martes, 12 de noviembre de 2013

Proyectos: por la construcción de una convivencia sin violencia.



En este ensayo se presentará como tema principal los proyectos, tanto a nivel institucional como áulico, teniendo en cuenta una concepción del mismo, el enfoque en que se encuadra, actividades que se pueden plantear a partir de ellos; todo esto tomándolo como una estrategia para la construcción de la convivencia escolar y la prevención de la violencia.
Comenzaré abordando el tema de los proyectos a nivel institucional, del cual puedo expresar mi concordancia con el autor sobre el hecho de que los documentos normativos de la misma (el PEI y el PCI) deben construirse de manera paulatina y con la participación tanto de todo el cuerpo docente como del directivo, para así lograr una coherencia en la práctica educativa y pedagógica. Puntualmente destaca la importancia del PEI, con el cual considera que se pueden desarrollar diversos planteamientos, como ser: ejes transversales, tutorías, asambleas para alumnos, etc. Considero que si estas prácticas se llevaran a cabo se podría construir una convivencia escolar próspera y propicia para crear un ambiente de cooperación y solidaridad, que no solo favorezca el proceso de enseñanza – aprendizaje, sino que también considere las necesidades e intereses de los actores, que los tome en cuenta; ya que, con estos planteamientos realizados por el autor, todos los actores de la institución (docentes, alumnos, etc.) poseen un espacio para expresarse, opinar, ser escuchados, plantear sus problemas, en fin, ser partícipes activos de los procesos que se desarrollan en la institución a lo largo de su trayecto en la misma.
También creo que de esta manera se puede prevenir la violencia ya que, en un ambiente como el descripto anteriormente, los actores se encuentran contenidos y, en el caso de la aparición de un conflicto, encuentran espacios en los que, por medio de la palabra, se pueden tratar e intentar resolver lo más justamente posible, sin que una postura se sobreponga a la otra.
En lo que respecta al proyecto de aula, el autor toma la perspectiva de Hugo Cerda Gutiérrez, quien expresa que el concepto de educación por proyectos “rebasa la naturaleza puramente instrumental del término y se vincula con la pedagogía activa, la enseñanza cooperativa, los grupos flexibles, la formación para la autonomía, la interacción docente – alumno, en pro de la generación de conocimientos y de todos aquellos caminos que nos permitan entender y resolver los problemas inherentes a la diversidad social,  cultural y psicológica que debe afrontar la educación”. En mi opinión esta concepción de proyecto es bastante completa y refleja la esencia del mismo. Este año, durante las prácticas, tuvimos que trabajar por proyectos y puedo decir que las cuestiones planteadas por este autor son las que tuvimos que tener en cuenta para la formulación del mismo, son cuestiones que también abordamos teóricamente durante las clases. Incluso creo que este material hubiera sido interesante poder trabajarlo con anterioridad ya que plantea las cuestiones a tener en cuenta en la elaboración de un proyecto de manera puntual y concisa.
Cabe destacar, como lo hace Norberto Boggino en la bibliografía, que trabajar por proyectos no asegura el logro de estos puntos, todo depende de la concepción teórica y epistemológica en la que uno se enmarque. Si bien considero que para mí ya es una obviedad que el enfoque a partir del cual debemos posicionarnos es el constructivismo, es algo que puedo decir luego de muchos años de formación docente, pero es algo sobre lo que se debería seguir trabajando ya que, pude notar que muchas veces sólo queda en las palabras. Esto se da, en mi opinión, porque implica un gran desafío para el docente poder trabajar de esta manera, poniendo el protagonismo en los alumnos, dejando de lado la individualidad para pasar al trabajo grupal, tratando de desarrollar la autonomía de los mismos, generando espacios para el trabajo cooperativo en la construcción de los saberes y siendo el papel del docente el de guiarlos y acompañarlos activamente en este proceso.
“Los proyectos pueden operar como estrategias ricas en virtud de que permitan tender un puente de coherencia entre la cotidianeidad de los alumnos, el contexto donde viven, sus necesidades e intereses y los contenidos a aprender, a la vez que puedan posibilitar un aprendizaje globalizado y cooperativo”. Concuerdo con este punto ya que, el trabajo por proyectos plantea, a partir de una situación problemática, la cual debe ser seleccionada o planteada por los alumnos, la elaboración de un producto que busque una solución al mismo. De esta manera, la problemática a tratar puede estar relacionada con situaciones cotidianas que vivencian los niños o temas que les interesen, siendo ellos los que tomen las decisiones de cómo trabajarlo, que aspectos de este abordar, de investigar si fuese necesario y de cómo elaborar y presentar el producto final. Podemos ver que, como expresamos anteriormente, el foco está puesto en el alumno y la labor del docente es guiarlo y acompañarlo en este proceso.
Para finalizar, quisiera agregar la siguiente cita que creo que debería ser considerado uno de los objetivos fundamentales de toda escuela y docente:
Se trata de generar un clima áulico que permita durante el proceso de aprendizaje construir lazos sociales y construir convivencia, en cuyo marco y a partir de la cual los alumnos aprendan con el mayor grado de significatividad posible.” 
De esta manera, los niños no solo aprenden cuestiones teóricas sino que aprenden a convivir, a vivir en comunidad, respetando al otro, preocupándose por él, porque el hombre que vive solo no puede ser considerado como tal ya que un hombre se define así por vivir en sociedad. Es por esto que debemos trabajar las normas, valores, etc. debido a que esta es la función de la escuela ya que sin el abordaje de los actitudinales la formación de los niños no podría considerarse completa.
A modo de conclusión quisiera decir que el trabajo por proyectos nos abre un abanico de posibilidades enorme, las que debemos aprovechar para explotarlas al máximo y comenzar a incluirlas en nuestra práctica, dejando de lado el individualismo que todavía podemos observar en el dictado de clases y abrir la puerta a construir un ambiente favorable para la construcción de una convivencia basada en el respeto y afecto, creando fuertes lazos entre los diferentes actores que permitan comenzar a combatir para terminar por erradicar la violencia que continuamente está presente en la cotidianeidad de la escuela.
Paula Ruggeri 
3º PEP. ISFD Nº 34. Rosario.


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